Una hermosa distro linuxera basada en RPM y con una estabilidad y belleza única.
1.- Apariencia: 6. #fedora viene casi igual que Debian en su versión con XFCE, por lo que el escritorio se ve muy avejentado. Ni siquiera implementaron el menú Whisker, como para darle algo de atractivo al DE…
2.- Consumo: 8, apenas iniciado, menos de 250 MB. Desgraciadamente, aquí también han desperdiciado la oportunidad de incluir un navegador web liviano para acompañar la ligereza. Aquí contamos con Firefox, que según las pruebas de consumo, se queda oscilando entre los 700 MB.
3.- Gestores de paquetes y centros de soft: 6. Me gusta el símil Synaptic que se incluye aquí y dnf como reemplazo al apt de toda la vida, pero no lo veo pensado para un usuario recién llegado. El centro de software se ve complejo de usar, aunque asegura un control completo sobre el sistema.
Acá pasó algo raro al tratar de instalar Qupzilla. El sistema se tomó un (largo) tiempo en actualizar y comprobar los repositorios, para al final reportar que no encontraba el paquete… muy extraño.
4.- Grado de personalización: 7, bien, con lo justo, digamos. La distro solo se queda con lo que trae XFCE por defecto y algunos añadidos, pero sin pasión alguna.
5.- Soft por defecto + actualizaciones: 9. La distro cuenta con software justo y necesario por defecto. Pero la gran virtud de esta distro sin duda es la oferta de actualizaciones, contando prácticamente con las últimas versiones disponibles de casi cualquier aplicación de uso cotidiano.
Y hasta acá llegamos. Es de destacar la fluidez de la distro, la facilidad para gestionar paquetes desde consola usando dnf y, bueno, contar con el apoyo de Red Hat detrás, que sin duda es garantía de fiabilidad. Yo la veo más enfocada al ámbito laboral más que al cotidiano, pero es cuestión de gustos. ¡Hasta la próxima!
Fuente: https://t.me/minireviews