Kubuntu 18.04, derivada de ubuntu 32bits que trae, como su nombre indica, kde
No obstante, vale la aclaración, y quiero contar que cuando me inicié en el mundillo linuxero, las pocas veces que me incliné por probar KDE y toda distro referida a este DE los resultados fueron escandalosos: recuerdo una OpenSuse que probé, recuerdo otra que se llamaba FriceOS y hasta la propia Kubuntu 8.04… DEs recargados, llenísimos de opciones, transparencias hasta el cansancio… en fin, por aquellos tiempos llegué a detestar muy profundamente a este DE. Sin embargo, con el tiempo y con la flexibilidad acumulada en todos estos varios años de distrohopping, trataré, en este breve nuevo acercamiento al mundillo KDEro, de ser lo más objetivo posible. Algo así como cuando uno reconoce las virtudes técnicas de, por ejemplo, un Mac, pero que al tenerlo enfrente, o incluso al tocar por primera vez uno, sigue manteniendo una actitud escéptica, como diciendo “jeh, ¿a ver qué tenés para sorprenderme?”, tratando de mantenerse impertérrito frente al despliegue que se nos presenta. Dicho esto, vayamos al grano:
1.- Apariencia: 9. Todo este DE rezuma elegancia. Desde el minimalismo del fondo de pantalla que viene por defecto hasta la barra inferior y el tema de íconos elegido agradan a la vista. Todo está balanceado. Sin embargo, me quedo con la impresión de sentirlo muy “grande” para una pantalla pequeña como la de la netbook en que la probé. Quizá sean detalles como la fuente del indicador de la hora, groseramente ancha en proporción al resto de indicadores. Lo mismo aplica para el menú principal, que sin hacer nada, se encarga de ocupar prácticamente un tercio y medio de la pantalla, lo que me deja cierta sensación de ahogo en el escritorio. Lo cierto es que pasando por alto estos detalles, la distro cuenta con un excelente diseño.
2.- Consumo: yo acá tengo la impresión de estar frente a una estafa. Estrictamente hablando, el consumo de la distro se encuentra por debajo de los 250 MB, pero el cooler de mi netbook me dio a entender todo el tiempo que la CPU estaba algo exigida, así que me inclino a pensar que a lo mejor, los chicos de KDE han llegado a lograr cierto equilibrio entre el consumo puro y duro de RAM, y el uso de recursos como la CPU y las memorias caché o swap, que se traduce en una “sensación” de liviandad en megas de RAM, pero que compromete a otros recursos, como la CPU. Pero, como quizá esté frente a un gran prejuicio personal, tomo los datos duros del consumo de RAM y digo que es excelente. Un 9 hasta acá.
Respecto a el consumo de la distro con un navegador web con dos pestañas, el “descuido” aquí ha sido la inclusión del navegador Firefox en detrimento del huésped principal de la casa, que en este caso sería Falkon, un navegador muy liviano y con mejor integración al DE. Sin embargo, debo decir que el consumo estuvo aceptable, no sobrepasando los 600 MB de RAM.
3.- Gestores de paquetes y centros de soft: a ver… no quiero volver a justificar mi presunta falta de objetividad, pero aquí han optado por incluir Discover como centro de software por defecto, y la experiencia ha sido terrible: en los casi 5 minutos que esperé al programa a que cargue (o recargue los repositorios, o elabore el catálogo, lo que sea, ya que la app no daba explicaciones al respecto), no pude ver una sola descripción de un programa, ni pude acceder a las reseñas, ni pude previsualizar una captura de pantalla… en fin, Discover siempre me pareció una aplicación fea y lenta, y acá no fue la excepción, así que le pongo un 6 de lástima.
Por suerte han sido sensatos y han proporcionado Muon como centro de soft alternativo, que cumple honorablemente con su cometido.
4.- Grado de personalización: bueno, quizá la frutilla del postre. KDE hace uso y abuso de la personalización, casi cualquier aspecto del sistema puede ser modificado, y esto es algo bueno para quienes quieren darle un toque personal a su distro, así que voy a ser benévolo y voy a ponerle un 9.
Un punto extra merecen los widgets para el escritorio, un reemplazo a Conky más que decente y siempre a todo del tema del DE. La oferta de widgets disponibles es amplia y pintoresca, pudiendo ver y hacer prácticamente cualquier cosa desde el escritorio. La verdad es que se merece un 10
5.- Soft incluido + ofertas de actualizaciones: en este aspecto, la distro trae una selección de aplicaciones especiales del DE, según entiendo yo, como KMail, o KTorrent, etc., que imagino que para quienes busquen una correcta implementación de los programas con el DE se sientan a gusto.
Por otro lado, y tratándose de una de las distribuciones más populares, y generalmente la puerta de entrada para los recién llegados, la selección de aplicaciones por defecto es adecuada para el quehacer diario. Por otro lado, como toda buena distro hermanada con Ubuntu, cuenta con un excelente soporte de aplicaciones, más el soporte nativo de Snap y FlatPak. En fin, cuenta con lo mejor de cada universo, y eso es bueno. Llévese su buen 9, Kubuntu, vaya tranquilo.
Como ya lo he dicho en otras ocasiones, me gusta que el gestor de archivos que viene por defecto en la distro (Dolphin), ya traiga incorporados asistentes para conexiones a discos remotos, compartidos vía Samba o discos en la nube. Sinceramente, es perfecto para quienes no quieren andar lidiando con configuraciones complicadas, son dos clics, usuario/clave y ya está, todo listo. Bien por Dolphin.
Para cerrar, una reflexión: la distro se ve y se mueve muy bien. Genera una atracción a primera vista y eso está bueno. Es motivador ver que los desarrolladores de este DE hayan invertido desinteresadamente tiempo y labor para revertir la horrorosa experiencia de antaño. KDE ya no es lo que era. Es mucho mejor. Y eso hay que reconocerlo. Realmente una grata sorpresa que me gustaría recomendar a todos aquellos que recién desembarcan en este universo.
Fuente: https://t.me/minireviews
Descarga: https://kubuntu.org/