Hoy conoceremos a Unity Linux (no, no es ese Unity), derivada de mageia que viene con el DE lxqt .
1.- Apariencia: 7. Es una nota benévola, la verdad. Todo viene medio por defecto nomás. LxQt se caracteriza, como todos ya sabemos, por ser un DE sencillo y minimalista, y por tanto, bastante feíto. Así que hasta ahí, venimos bien.
2.- Consumo (solo y con un navegador con 2 pestañas abiertas): 9, muy bueno. Al inicio, el sistema ocupa unos 170 MB de RAM. Aquí el navegador que trae por defecto es Falkon, una grata sorpresa y una muy buena decisión por parte de los/as creadores/as. Con el navegador abierto y las dos pestañas de rigor, el consumo del sistema se mantiene holgadamente por debajo de los 500 MB. Así que hasta acá viene aprobando.
3.- Gestores de paquetes y centros de soft: Tengo que decir que ésta debe ser la segunda o tercera vez que me encuentro con un sistema que usa el gestor de paquetes dnf de Fedora/RHEL. No obstante, me gustó mucho su gestor de paquetes, dnfdragora, que es el equivalente exacto de nuestro viejo y querido Synaptic. Tanto la gestión de paquetes con este asistente y por terminal, resulta muy sencilla e intuitiva para quienes estamos acostumbrados a trastear con esta clase de cosas. Le pongo un 8.
4.- Grado de personalización: 4. Algo pasa con quienes eligen LxQt como DE por defecto en una distro. O bien están desinteresados en pulirlo para que sea agradable (a lo Debian, digamos), o bien es que el retoque en este DE es complicado y no vale la pena el esfuerzo. Esta es otra oportunidad perdida con este DE. No hay mucho que elegir, apenas dos temas (horribles), apenas algunos packs de íconos y dock y poco más… realmente, muy poco en comparación con la personalización que ofrecen otras distros. Acá está floja la cosa.
Por otro lado, la distro también trae algo así como un segundo centro de configuraciones propio de Mageia (así lo deja entrever el título de la aplicación), en donde se pueden gestionar varios aspectos de la distro, desde lo puramente visual hasta la activación de protocolos de compartición de archivos y demás. Acá tengo que decir que me fue mal al tratar de activar Compiz, puesto que, a pesar de estar conectado a internet y haber refrescado los repositorios, al momento de tratar de instalar y activar los paquetes, un escueto cartelito me indicaba que dichos paquetes no existían en el repositorio y que, por tanto, no era posible completar la operación… Como sea, este centro de control integral garantiza el acceso a ciertas características del sistema que muchas veces son complicados (que no difícil) de efectuar por otras vías, como por ejemplo, lo relativo a Samba.
5.- Soft incluido + ofertas de actualizaciones: A ver… acá tengo que poner una nota baja, la verdad, digamos un 4. Pero no por que la distro esté floja de paquetes, sino porque la distro así como viene no trae nada más aparte del navegador y unas pocas utilidades del sistema. Así es. No trae nada , ni visor de imágenes, ni un bloc de notas, ni suite ofimática… ¡nada! Quizá la distro esté planeada para quienes quieren una distro bien básica para instalar desde cero lo que necesiten, y si es así, bienvenido sea, pero habiendo invertido tanto esfuerzo para que la distro venga pelada por defecto es un poco… raro. No obstante, y acá está la contraparte de la nota, la variedad de software es amplísima y muy actualizada, prácticamente las últimas versiones disponibles de casi todo, y acá es donde la distro gana puntos, y que podemos promediar en un 6 aprobado.
En fin… una distro para usuarios avanzados, sin más, que corre bien, que ofrece un gran abanico de paquetes y que además, se puede gestionar desde cero. Eso sí, para hacerla más atractiva visualmente, puede que necesite mucho trabajo, aún así, quienes estén buscando una distro minimalista y lista para personalizar hasta el mínimo detalle, aquí tienen una buena opción.
Fuente: https://t.me/minireviews
Descarga https://unitylinux.org/