Trisquel Mini , una derivada de debian 32bits que viene con lxde , y que además cuenta con la particularidad de ser una distro 100% libre, aprobada por la Free Software Foundation.
1.- Apariencia: 8, bastante bien para ser LXDE, la verdad. Esta edición está pensada para equipos limitados en hardware, y la verdad es que no por ello han dejado de preocuparse por la apariencia de la distro. Muy bien.
2.- Consumo: acá me despistó un poco, la distro sola al inicio se lleva unos 250 MB de RAM, un poco alto para LXDE, que en otras distros no suele llegar a los 200.
Respecto al consumo con el navegador web incorporado, que en este caso es Midori, el consumo está más que aceptable, oscilandro alrededor de los 500 MB. Por estas razones es que le pongo un 8.
3.- Gestores de paquetes y centros de soft: aquí contamos con 2 aplicaciones para gestionar paquetes, además de la vieja confiable apt vía terminal. Una es Synaptic, y la otra se llama Gnome-App-Installer, un asistente muy sencillo pero que tiene algunas características interesantes. La primera de ellas es que las aplicaciones tienen puntaje de acuerdo a su popularidad, y la segunda es que permite cargar una captura de pantalla de las apps disponibles. La instalación de un programa es súper sencilla, y el proceso de instalación es igual a lo que hace Synaptic. No es una tienda de aplicaciones precisamente, pero se le acerca mucho. A mí me pareció bien y por eso le pongo un 8.
4.- Grado de personalización: 4, quizá el aspecto más flojo de la distro. Ya sabemos que LXDE no es precisamente un entorno de escritorio a la que se lo pueda toquetear mucho, pero lamentablemente aquí el equipo desarrollador ha optado por reducir las opciones disponibles, permitiéndonos elegir entre dos temas solamente, y un pequeño puñado de packs de íconos y cursores. Y desde el lado de OpenBox, el decorador de ventanas que suele acompañar a LXDE, tampoco es que contamos con mucha variedad, casi todos los bordes de ventana son muy parecidos, y sólo cambia el color de fondo de la barra en muchos casos. Como sea, y aunque la distro se ve bastante bien por defecto, queda muy poco margen para darle un toque personal a la distro y por eso la nota fina
5.- Soft incluido + ofertas de actualizaciones: al tratarse de una distro pensada para equipos antiguos, contamos con el soft estrictamente necesario para el día a día: navegador web, bloc de notas, Abiword, Gnome MPlayer y XFBurn, entre otras app básicas. Si es por ser honesto, la verdad es que la selección de programas está más que correcta. Por otro lado, al tratarse de una distribucíon 100 % libre, la misma sólo cuenta con un repositorio propio en el cual podemos encontrarnos sólamente con programas absolutamente libres en versiones estables. Es decir, olvídense de poder usar Java y VirtualBox de Oracle, Chromium, de Google y, para mi sorpresa, Firefox, que no termino de entender por qué no se encuentra en los repositorios…
Otro problema derivado con este “purismo” de paquetes, es que tampoco podremos acceder a mucho firmware privativo para poder configurar correctamente placas de WiFi, de video, algunos modelos de impresoras, etc. Es el costo a pagar por ser plenamente libre. Claro que puede corromperse al sistema operativo añadiendo todos los repositorios que se quiera, pero así perderíamos el status de “100 % libre”, y perderíamos la bendición de San IGNUcio, alias Richard Stallman. Piénsenlo bien antes de hacerlo 😀
Y, bueno, esto es todo. La distro no se destaca por nada en particular, salvo en la delimitación muy clara y precisa de qué paquetes se pueden instalar y cuáles no. Lo bueno es que, idealmente, así debería ser, y lo malo es que al usar esta distro, mucho del software y hardware que usamos a diario no estará disponible, y eso va a traernos problemas. Así que todo depende de cuánto sacrificio estés dispuesto a soportar para ser 100 % libre. Es un gran desafío al que muchos no estamos a la altura. Yo me incluyo ;_( ¿Y ustedes?
Fuente: https://t.me/minireviews