Hamara Linux , basada en debian 32bits , que viene con el entorno mate
1.- Apariencia: La verdad es que genera una excelente primera impresión. Creo que ese fondo de pantalla es hipnótico y es muy atractivo. Sólo que después vemos que el resto del tema, como por ejemplo el menú principal y la terminal terminan opacando un poco esa impresión. Le pongo un 8 porque igual me gustó.
2.- Consumo: quedé anonadado cuando inicié el gestor de tareas. ¡Más de 700 MB de RAM inicio! ¡Sólo! Me pareció exageradamente alto para una distro de 32 bits. Realmente un despropósito. Cada vez que me enfrento a Mate y leo críticas ajenas que lo clasifican como un entorno “liviano” me pregunto, ¿qué es para ellos algo “liviano”? Porque si tenés un equipo más o menos moderno, un equipo de descarte de la NASA digamos, con 123,58 GB de RAM, 4 placas de video en tándem, una CPU de 2500 revoluciones por microsegundo, un disco de estado cuántico, con piñón y corona nuevos, bueno, cualquier entorno gráfico se va a sentir “liviano”, ¿pero qué hacemos nosotros, los pelagatos que contamos con sólo un “pobre” dual core, con apenas 2 o 3 GB de RAM? ¿Qué podemos hacer con una distro -de 32 bits, ojo- que de entrada ya se lleva la mitad de la memoria disponible? A mí me llamó mucho la atención este consumo desmedido de la distro. Incluso busqué entre los comandos ejecutados al inicio para buscar algún proceso comilón y no encontré nada raro… la verdad una incógnita, y una pena.
Y, bueno, como no podía ser de otra manera, al abrir el navegador, otra vez Firefox, ni les cuento lo que pasó… En fin, vamos mal por este camino. Le pongo un 4 por la decepción.
3.- Gestores de paquetes y centros de soft: acá contamos con Synaptic y el centro de software de Gnome. Nada nuevo bajo el sol. Sin embargo, algo pasó con este último gestor, que no cargó el listado de aplicaciones. Revisando por arribita, no encontré problema alguno (repos caídos, con direcciones mal escritas, etc.), así que me quedé con la duda de por qué no anda. Vamos cuesta abajo con esta distro. Un 6.
4.- Grado de personalización: 7, normal. La distro trae el gestor de temas propio de Mate más Mate Tweak, la app que suele venir por defecto para hacer algunos (pocos) ajustes extra, algunos sin importancia. Pero, bueno, no es tanto problema de la distro, sino del DE, ¿verdad?
5.- Soft incluido + ofertas de actualizaciones: la distro viene muy bien equipada para el quehacer diario. Contamos con LibreOffice, VLC, GIMP, Cheese y visores de imágenes y documentos, además de Firefox, Transmission y Thunderbird, entre otras. Además, en el caso de que la usemos en un equipo portátil, viene con un asistente para setear algunos parámetros para ahorrar batería u optimizar el rendimiento. Yo sospecho que se trata de una GUI de TLP (Linux Advanced Power Management, o Administración de Energía Avanzado de Linux), pero no estoy seguro. Por la correcta selección de soft, le pongo un 8.
Por otro lado, al depender de los repositorios de Debian, contamos con un buen catálogo disponible de aplicaciones. Sin embargo, estos repositorios no vienen activados por defecto y sólo contamos con el repo propio de la distro. Así que todo depende de la confianza que tengan en el equipo de devs…
Y… hasta aquí nomás. Una distro que arranca bien, pero que con el tiempo desencanta un poco. El elevado consumo de la distro creo que es un punto crucial de esta desazón. Creo que lo que el equipo de devs se ha propuesto hacer es una distro que funcione bien de entrada y que venga con todo lo necesario, pero erraron al volcarse al desarrollo de una versión de 32 bits. No es posible usarla en estas condiciones en equipos viejos, habiendo tanta distros muchísimo más livianas, y a veces, con un atractivo visual semejante. En fin… otra muestra más de que Mate NO es un DE liviano. ¿Qué lástima, no?
Fuente: https://t.me/minireviews